Solemos tener más días malos que buenos, mas dolores que risas, pero aquí seguimos, no? … cada día luchando por estar mejor o esperando que vuele el tiempo, para hallarnos en un día menos lluvioso que estos que hemos tenido, para ver salir el sol y con él una sonrisota en nuestro rostro.
Nos dicen mariposas porque los eritemas que presentamos en el rostro, son similares a las alas de una mariposa, pero para mí existe otra teoría, somos hermosas, la forma en que nosotras luchamos cada día, a pesar de cada dificultad, nos hace guerreras, pero de esas que perseveran y que luchan contra algo que intenta controlar su vuelo, ese incesante descontrol que sentimos en nuestro cuerpo, ese lupus, es la parte de nosotros que nos hace frágiles, aunque el lupus suele sentirse más en cada hueso u órgano, que en nuestra apariencia, (de ahí que nos digan “hey, pero no pareces tener nada, no estas enferma” ¬¬ …. ), pero lo somos , bellas y frágiles; cada persona en el mundo que este sana, tienen cuidados personales, dietas , ejercicios, entre otras cosas, que los mantienen jóvenes y activos, pero nosotras, debemos hacer mayores esfuerzos en nuestra vida diaria, para sentir una mejoría en nuestra salud, y con esfuerzos me refiero a medicamentos, ejercicios más suaves y acordes a nuestro cuerpo, no tomar licores y evitar forzarnos en tareas que nos estresan o cansan, nuestro cuerpo exige de un cuidado más específico, nosotras somos las dueñas de nuestro cuerpo, pero nuestro amigo molesto (lupus) a veces nos quita el control, por lo que siempre luchamos para no dejar que nos derrumbe, esa constante lucha la vivimos por dentro.
Solo las personas más cercanas y amadas en nuestra vida, suelen ver lo frágiles que somos, nosotras somos sus hadas o mariposas, en sus vidas, hadas melancólicas que hemos pasado por muchas tristezas, que ya no volamos tan bien o que ya no podremos volar, pues nuestras alas, están más rotas, y sabemos que tendremos que vivir con esto siempre, suelen vernos cansadas, sin ánimo de seguir o casi derrotadas, pero no nos dejan caer, nos cuidan, nos aman, lloran con nosotros cuando es el caso, o ríen para hacernos el día menos gris, que cuando nos ven de mal humor, saben que hemos tenido mal día, y a pesar de nuestra amargura, nos dan un beso y tienen paciencia, pues saben que no es fácil para nosotros, y esa constante presencia de ellos en nuestro padecimiento diario o casi diario, los hace nuestros eternos amores, que luchan a diario junto a nosotros, en mi caso mi familia y seres queridos, que me ven como la mariposa de la casa……… Me parece que debemos tomar un momento para sentirnos orgullosos de los padres, hermanos, amigos, esposos o esposas, y demás familiares que están en constante lucha con nosotras, que sin necesidad de decirnos “yo te apoyo”, lo sabemos por qué su presencia lo dice todo, su preocupación y cuidados bastan para demostrarnos que nos aman, pues somos las mariposas de sus vidas.